lunes, 8 de agosto de 2011

Bitacora de la tarde de mi vida (noche de mi vida II)


Buenas, aca les dejo la segunda parte de la nota anterior. Que en realidad me enrosque para que tenga que ver tambien con la primer historia. De verdad no importa si es veridica o no, lo voy a dejar para que su imaginacion maquine e invente el camino que a ustedes les parezca mejor, al fin y al cabo es, creo yo, la mejor manera de hacer las cosas. espero que disfruten leyendola tanto como yo escribiendola.
Esto se lo dedico a Gere, de la pizzeria, que el otro dia me vendio 3 muzzas y me dejo 15 centavos de mas porque no tenia cambio.

Los parpados levantándose uno por uno... despacio, suutilmente y sin ggaanas. El zumbido de una noche larga y la mañana filtrándose por el postigo de mi cuarto. Ropa tirada sobre el piso, ropa que ayer se había quedado en mí, haciéndome compañía hasta el momento de abrazarme a mi cama. Un olor a tabaco insoportable mezclado con un perfume importado ambientaban la situación. Una resaca inconsumable de la cual pensé poder escaparme después de un café. Un recuerdo inoportuno me atormentaba... mi auto en el medio de un barrio del cual no me acuerdo... perdido, solo, y yo, sin pistas posiibles para empezar la búsqueda. El dolor de cabeza que tenía era ensordecedor y complicaba las cosas un poco. Cuanto había tomado? Eso solo lo sabían los vasos vacíos que se encuentran en basurero de los corazones alcoholizados y no llegan sanos a las mentes razonables dsps de esa noche de liberación del alma. El cuello estaba totalmente contracturado y ardía un poco, y como un recuerdo borroso se me vino a la cabeza esa rubia pechugona que me clavaba sus ojos en aquel boliche. Y eso llevo a acordarme de ella. Ella? Como ella? Que paso?? No se su nombre... o no me lo acuerrdo... en realidad no me acordaba mas nada dsps del encuuentro en mi coche... y esos filigramas también estaban algo gastados. Trato de levantarme lentamente de mi cama pero desisto al primer intento. Una cosa a la vez. Un recuerdo a la vez. Un problema a la vez. Mire el cielo razo tratando de encontrar un mapa a mi auto, otro a ese ángel y la respuesta de porque mierda me acordaba de esa acosadora visual que tuve anoche. Con mi mano izquierda estirándose alcance mi pantalón para buscar evidencias.
  • Bolsillo izq: un paquete de topline a medio consumir, aplastados por el roce de los cuerpos de la noche, las llaves del auto, también cómplices del deterioro de los chicles, y mi billetera de cuero de vaca negro. Abrí la billetera para encontrar algo relevante pero lo único que encontré es la falta de 300 pesos con los que había salido ayer de mi casa. Lo cual complicaba las cosas. había varios caminos y todos indeducibles hasta el momento. Tanto no creo haber tomado.me acuerdo haberla invitado a tomar el café, no me acuerdo de haberlo tomado así que omito esto. Pero...en el supuesto caso qque haya pagado el café no iba a hacer la diferencia. Tampoco creo haberme ido de cama con ella. No porque fuese especial ni nada de eso, sino porque no podía mantenerme parado. A parte me acuerdo que tenía un temperamento bastante particular. No creo sea de esas mujeres de una noche fácil. Seguí.
  • Bolsillo derecho: solo el celular solitario. Aparato frío y sobrio. Debió ser lo único sobrio anoche. Busque algún nombre nuevo en mi agenda pero nada.
  • Bolsillo izq trasero: salida del bar (me acuerdo del patovica pidiéndomela y yo apoyándome sobre la baranda, por lo cual desistió sin esfuerzo.),
  •  bolsillo derecho trasero: un papel doblado en 4 con un perfume a jazmín. Lo abrí. En el papel no había números, ni nombres, solo decía: "pase una simple y linda noche, obviamente nuestro destino va a ser encontrarnos de nuevo, o quizás no. Podría ser, no lo se."

Empezaba entonces, a partir de ahí, a excavar en lo mas profundo de mis memorias. Puse en espera mi inquietud y fui a bañarme, intentando con esto limpiar mis pecados y esa horrible sensación de la tetona acosándome. Retratos familiares me señalaban, despectivos, acusadores, con ese dedo índice, refregándome en mi cara poseída, el terrible estado. Salí por fin de casa dejando en el sillón tirados los miedos y me puse de sombrero la paciencia, la cual la iba a necesitar en todo momento. De la búsqueda del auto creo no tener que describir su prosa, solamente necesito decir que costo mucho encontrarlo. Un caballero no tiene memoria. si, es verdad, fue solo intuición y suerte, suerte que jugaba a la ruleta tirandome plenos de vez en cuando. Empiezo a manejar en dirección a lo que buscaba ser una odisea. Tratando de seguir el rastro de mis pasos borrachos, de la noche mas rara de mi vida. Solo tenía fotos de lo que parecía ser mis recuerdos. Las empecé a juntar en el álbum y poco a poco empezaba a tener un poco de color la cosa, digamos por ahora un leve tono sepia. Calles sin nombre y sin número para mí hasta ahora pero la memoria empezaba a cantarme las melodías de las sirenas. Me acordaba por fin que el lugar donde se consumo nuestra charla lo había elegido ella, alejado de la muchedumbre, pero no tanto. Lo suficiente como para parecer desapercibidos y no encontrarnos con un cupido para poder solo tejer esto que intentaba ser una ecuación en el amor. encontré el dicho lugar y me senté en una mesa cerca a un ventanal que daba al mar. Era caro. Bastante. Pero todo tiene su precio y necesitaba desenmantelar este velo que cubría su paradero o por lo menos la forma de encontrarla o contactarla. Pedí mi café, y paso algo inesperado. La chica que me atiende, bella sirena de ojos turquesa y pelo dorado, después de traerme el café, no paro de mirarme desde el mostrador. Ya me estaba comiendo la cabeza. Ahora les gusto a todas? Tome el ultimo sorbo de café y se empieza a acercar. Admito que valore la actitud de esperarme a que me tome el café. Nunca se sabe si en la compañía de esa bebida uno busca exhumarse de sus pecados, llorar lagrimas de sangre por una mujer o que. Llegó, y entre vergüenza y curiosidad me pregunto:
-hola, vos no sos el que estuvo hoy a la mañana con mi amiga Luz?
Riéndome a mas no poder, entre alegría y desconcierto le contesto:
-mira, estuve con una chica hoy a la mañana pero no me acuerdo de nada. Nunca me pasa de verme preso de la amnesia del alcohol pero paso esta mañana. La casualidad -le digo- es que vengo haciendo todo el recorrido desde hace horas para encontrarla.
Ella empezó a reírse mas que yo, miro a la cajera, la cual asintió a una pregunta implícita, escondida en la mirada cómplice de una amiga, y se sentó al lado Mio, pidiéndome permiso con esa mirada también.
-te cuento -me dijo- Luz, mi amiga, me acaba de llamar contándome de vos. Es una mina rara y rara vez se porta así por un pibe. Pero se ve que le volaste la cabeza. La cosa es que vos le diste tu número, te acordas? -ya que estábamos en una batalla de miradas la mía decía todo- bueno, se lo diste y lo perdió. Y no quiero referirme a que estaba desesperada pero.. bue, si, estaba desesperada.
Nos largamos a reír a la par los dos juntos. La gente de las mesas conjuntas se irritaban porque no eran atendidos, pero no dimos mucha bola.
-así que es así, te paso el número, la llamas y le das la sorpresa. Es gracioso, porque ni te conozco, pero pareces un buen pibe. Cuidala, porque tuvo una vida difícil, y cuidate vos, de ella, porque esta vida difícil la hizo dura y con un carácter difícil de soportar a veces. No se si el dia de mañana sigan juntos o empiecen ahora algo en serio, pero digamos que tu cupido hoy soy yo. Esto que me contas demuestra que ella tb te volo la cabeza. O te enteraste que es millonaria y queres engarzarla y quitarle su fortuna. (Hubo una risa cómplice) no, en serio, segui mi consejo y llevalo con calma. Aca tenes la llave a tu fortuna, o tu calvario, depende como lo mires. Depende de vos y dde nadie mas.
Estiro con su dedo indice una servilleta con el logo del café y el nuumero de Luz. Miles de revoluciones corrian por mi cabeza, miles de repiqueteos en la boca de mi estomago y mis ojos bailando de lado a lado para buscar la salida e irme. Deje la plaata del café con una propina mas que abundante. Se la merecia. Eso y mas. Agarre mi campera y me fui marcando el numero y agendandolo en mis favoritos. Salí, mire el cielo, agrandeciendo que mi búsqueda se haya Hecho un poco mas corta de lo que esperaba. Marque el numero sin saber que iba a pasar y sabiendo todo lo que iba a pasar. Con una voz mas dulce que inimaginable escucho:
-hola?
Me quede mudo como un gil
-hola?? Quien habla!? (Subiendo el tono lo dijo pero sin tirarse a la banquina, siguiendo por la ruta de la ternura)
-hola, eh, como estas??, soy.. eh.. Rodri.. el que invito el café esta mañana.
-en serio?? Ehh como supiste mi numero?
-y.. es una larga historia.. si tenes un rato te la cuento invitandote otro café.. en este momento estoy conciente de mis actos y no te voy a dejar escapar así como así.
Río y asintió con un simple "bueno".
Pusimos hora y lugar del mayor encuentro de desencuentros, pusimos hora y lugar de la verdad y la mayor mentira que el universo se ingenio en crear, pusimos hora y lugar del "erase una vez" en el que comienza un cuento mas de otro Adan y otra Eva en otro jardin del Eden, escapandose a los pecados cometidos y creando ellos mismos la tierra prometida. Uno mas uno siempre dará dos, y si me tengo que encontrar con ella, que así sea.

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